miércoles, 31 de agosto de 2011

Titulares del día en la Tierra de los Muertos...

Cada día nos acercamos más a Marte:

http://noticias.latam.msn.com/co/internacional/articulo_efe.aspx?cp-documentid=30349277

Las mujeres se acabaría en el año 5000:
http://www.eltiempo.com/gente/estudio-de-revista-the-economist-sobre-tasa-de-natalidad_10259904-4

Un vistazo a los avances de aquellas películas que no existen:
http://www.citytv.com.co/videos/652510/tiempo-real-el-arte-de-hacer-trailers-para-peliculas-que-no-existen

Nuevos adelantos en el caso de joven grafitero:
http://www.elespectador.com/noticias/bogota/articulo-295694-joven-grafitero-no-manipulo-armas

La muerte de una bebé indígena embera abre nuevos cuestionamientos:
http://www.elespectador.com/impreso/bogota/articulo-295661-el-dilema-de-salud-embera



martes, 30 de agosto de 2011

30 de agosto de 2011. Noticias del dia

Sobre exorcistas y brujería:
http://www.eltiempo.com/entretenimiento/libros/sacerdote-exorcista-lucha-contra-la-brujeria_10252205-4

Las ironías del Baloto:
http://www.eltiempo.com/opinion/editoriales/editorial-la-verdadera-loteria_10250832-4

La violación puede entenderse como una agresión hacia el hombre:
http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-295380-violacion-un-delito-contra-los-hombres

Una visión positiva del Petronio Alvaréz:
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/el-poder-de-la-cultura_10250753-4

lunes, 29 de agosto de 2011

Noticias de interés 29 de agosto de 2011

A partir de esta semana comenzaré a incluir editoriales, titulares y noticias que puedan ser de interés. Las fuentes principales son los períodicos El Espectador y el Tiempo. Lastimosamente no puedo incluir a ningun diario de Kali, simple y llanamente porque no hay ninguno decente.
Este es, entonces, un vistazo, a nuestra Tierra de Muertos: 
http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-294834-tambien-los-matan
Editorial de Alfredo Molano sobre la muerte del joven grafitero en Bogotá.
http://www.elespectador.com/tecnologia/articulo-295070-disenan-plantas-de-energia-nuclear-luna-y-marte
La tecnología als ervicio de la conquista espacial. Todavía no cejamos en el intento.
http://www.elespectador.com/impreso/cultura/articulo-294822-mutis-agua-persistente-y-vastisima
Fragmento del libro de William Ospina sobre la obra poética de Alvaro Mutis.

domingo, 21 de agosto de 2011

Dr. Who


Hace cerca de tres años que la mísera empresa de televisión por cable que tenía en aquel entonces decidió dar de baja Warner, Fox, AXN y Sony, y en su lugar dejó el canal de la BBC. No fui tan snob como para no dar un alarido de rodillas en mitad de las sala frente al altar del pezón de cristal (gracias King, como siempre, por la definición) y lamentarme a voz en cuello por tres semanas seguidas. Seis meses después, creo, abandoné el nido materno con la certeza de no volver a tener el mismo proveedor de cable y por lo tanto no volver a saber de personajes como Gordon Ramsay (me encantó su carácter poco conciliador) ni de series como Top Gear (Malditos orates, la versión norteamericana es un fiasco, espero que le cojan el tranquillo) y sobre todo de Dr. Who.

Conocía la ciencia ficción inglesa por los importantes aportes que personajes como Ballard y Aldiss, entre doscientos otros – No, Clarke no, nunca he podido disfrutar a Clarke, me parece un ladrillo inmamable- que revolucionaron el mundo de la ciencia ficción por allá en los albores de 196? En contraste con la ciencia ficción norteamericana, los ingleses se caracterizaban por una profunda introspección psicológica antes que la rígida deducción de Asimov o la rauda acción del opera space (No se puede hablar aquí de la ciencia ficción francesa porque eso es otra cosa. Una cosa verde, rabiosa y con dientes afilados).

Dr. Who le rinde honor a esos grandes autores sin dejar de lado el típico humor inglés. Sin embargo más allá de eso, de las tramas inteligentes, de los efectos de bajo presupuesto (a pesar de que la serie debe producir mucho dinero), de los diversos autores que desde 196? han encarnado al Dr. Who, se halla un filón rico e inagotable, un personaje multifacético que es casi como una deidad. Un Señor del Tiempo, colérico y sin embargo decidido a proteger y a guardar al planeta tierra principalmente, de su propia estupidez. Hay capítulos inolvidables pero indescriptibles que decididamente sólo se pueden compartir por medio audiovisual como aquel en donde el Doctor se enfrenta al mismísimo Satanás o aquel en el cual Rose Tyler, su acompañante -no confundir con amante- del momento comienza a contar la historia de su muerte, o aquel momento en medio de un encuentro con una criatura hostil, uno de los personajes comienza a recitar, We must not look at goblin men,/ We must not buy her fruits:/ Who knows upon what soil they fed/ Their hungry thirsty roots?, tomado del poema de Crhistina Rossetti, El mercado de los duendes.

Uno de los elementos que hablan del recurso imaginativo antes que de la prelación de los efectos especiales –como tanta serie gringa- es la misma concepción de la nave espacial, que por fuera es tan sólo una cabina telefónica azul, usada antaño para llamar a la policía.

En resumen, Dr. Who, no es sólo una serie de televisión, es un clásico, un paradigma, de la ciencia ficción.

jueves, 11 de agosto de 2011

Escepticismo

Desconfío de los políticos en general y más aún de la política colombiana. No recuerdo a ningún presidente decente en mi vida. En mi niñez solían decir que iba a hablar mi papá cuando el Presidente de la república interrumpía toda la programación para dirigirse a la nación. En esa época se referían a Belisario Betancourt, uno de los responsables del magnicidio del Palacio de Justicia. Uno, no el único. Después vino Barco y después Cesar Gaviria, si la memoria no me falla. Al igual que muchos colombianos pensé que Galán iba a significar un cambio, pero lo mataron y en cambio llegó Gaviria. No sé ni siquiera bajo que gobierno estaba cuando ingresé en la Universidad del Valle. Por supuesto la política estuvo presente en muchas ocasiones. No milité bajo ningún lado, pero me asqueaba que la solución de los estudiantes fuera tirar papas bombas y atrincherarse en la universidad pública durante toda su vida para no enfrentarse al sistema. Mi camino, decidí entonces, serían las letras. Al hacerlo, y pertenecer a una clase social baja, intentaron ficharme de una columna guerrillera. Los mandé a hacer puñetas y pretendí seguir un camino neutral. Luego llegó el gobierno de Pastrana que le apostó todo a la paz con la guerrilla y legó una foto al lado de una silla vacía. Bajo su gobierno se fortaleció la Guerrilla. A Samper, recuerdo, no lo dejaron gobernar por descubrirle lo que tantos políticos, antes y después, han hecho. Después de eso llegó el gobierno de Álvaro Uribe, que en lo único que se distinguió fue en no hacer parte de la oligarquía tradicional. Gobernó durante ocho años y bajo su gobierno floreció la violencia de estado y el paramilitarismo. Ahora nos rige Santos y las posibilidades tampoco son buenas. Tengo memoria, así que no puedo creer.

Mi generación ha sido signada por no tener una figura en la que creer, o en ídolos de barro que prometieron sin cumplir y que siguen empeñados en sostener las mismas ideologías bajo nuevas caretas. Aunque muchos quieran creer que el gobierno de Santos alberga un cambio, hay quienes olvidan que él fue protagonista de una política nefasta. Y aunque hoy se enfrente a las líneas de su antiguo patrón, en el fondo son la misma cosa. La gente parece no recordar que bajo la dirección de Santos se dieron los falsos positivos, y que en eso es cómplice de Uribe. Si este fuera un país coherente, las mismas investigaciones que salpican el nombre del terrateniente paisa, estarían señalando a nuestro actual gobernante como responsable de las muertes de muchos compatriotas, que fueron asesinados, expropiados, torturados y desplazados para mostrar unos resultados que sólo pueden medir los números y que no se corresponden con la realidad. Por eso me asquean las encuestas y las opiniones de los analistas.

Política ha significado en ente país, mentira y afán de poder. Me gustaría creer, por supuesto. Al igual que a muchos de los ciudadanos de este país - donde nos enseñan a esperar que está bien que los poderosos roben siempre y cuando hagan algo por el pueblo- nos gustaría saber que hay una luz al final del túnel. Sin embargo nos encanta criticar y no proponer soluciones. La nuestra es también una revolución callada.

Mi única opción ha sido dedicarme a la fantasía y la ciencia ficción. No ha sido una decisión fácil. Sería mucho más sencillo escribir de putas y travestis y narcotráfico. Empero considero que la fantasía y al ciencia ficción son necesarias para que los lectores consideren que hay otros mundos posibles. Un mundo donde será posible hacer humor, por ejemplo, sin que los disparos sieguen las sonrisas, un poco maniáticas, un poco sarcásticas, y donde el único humor posible no sea el del patán aliado al poder, el de los chistes acerca de los aspectos físicos de los protagonistas de nuestra nación; un mundo donde la posibilidad de la oposición sea castigada y un solo hombre pueda en verdad hacer una diferencia; un mundo que espera un cambio de paradigma y que lucha por ello. Mi única fe, puede constatarse, se halla en el papel, en las letras y los conjuros que estas puedan tener sobre unas cuantas personas.