EL momento es simbólico, por supuesto, pero existe.
Conmemora un acontecimiento que para los creyentes es real. Un momento temible,
de absoluta soledad. Durante una jornada
entera dios abandona la tierra. El hijo muere y abandona la tierra, y como el
padre y el hijo son solo uno, la tierra queda sola. Escucha por un momento el
silencio allá en el Gólgota, allá donde el dios se hizo humano y falleció. Hay
dolor, enorme dolor, pero sobre todo abandono y temor. El hombre quedó solo.
Para el creyente es un dolor profundo, se recoge en sí mismo, se aísla. Es un apocalipsis
en toda regla, el abandono de su creador. Al día siguiente cristo resucitará,
pero en este momento, por una jornada entera, ningún dios vela por este planeta
azul y es el tiempo del hombre, solo del hombre, sin ángeles que vigilen si
cumplen o no con las prohibiciones o los mandatos; el mundo celestial está
atento a la jornada del dios que muere y renace. En ese momento, solo en ese
momento, es el tiempo completo, absoluto del hombre. ¿Qué harás tu?
sábado, 11 de abril de 2020
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