VENGANZA
Había sido su primer amor y él lo sabía. Eso quería decir que todo lo había realizado
con sangre fría, sin importarle un ápice.
Siendo sinceros lo de los cuernos no le importó. Tarde o
temprano le crecerían por una u otra razón. Lo que en verdad le molestó es
cuando comenzó a salir con sus amigas. Que Rosalba un día, que Lola el otro,
que Flora los viernes. Luego vinieron lo de las risitas a sus espaldas, y ella
no estaba para consentir eso. Lo peor es que no podía culparlas (a él sí, él
podía elegir), era el único macho que todas conocían. Pero los años pasaron y
ella era paciente.
Llegó el momento en que el ya no pudo cubrirlas a todas y
pronto le encontraron reemplazo. Ella ya no era una ternerita inocente, y se
dio cuenta que el tiempo también le había pasado factura. Así que decidió
ponerse gorda y bonita para ver que tan ciertas eran las leyendas, para escapar
del juego, así que se la llevaron a un lugar extraño, un lugar de ensueño, al
que llamaban matadero.
Andor
Graut
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