El
flautista salió a escena y se paralizó al ver a la multitud. Para ser más
precisos, se paralizó al sentir los ojos de su antiguo profesor de música sobre
él. Los ojos penetrantes de aquel profesor - segunda fila, tercer lugar
contando desde la derecha- que le había enseñado todo lo que sabía desde que supo
que la música era lo que le apasionaba. Recordó, bajo el silencio atronador y
los reflectores, cuando él le ayudó a sacar su primera melodía, cuando le
conoció por primera vez, cuando le presentó su primera chica, cuando ganó su
lugar en la sinfónica, cuando le mató diez años atrás…
sábado, 28 de septiembre de 2019
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