domingo, 1 de diciembre de 2019

GIGANTE



El gigante desató su ira sobre el pueblo. Aplastó casas, cambió el curso de los ríos, desecó lagos, sembró desiertos y arrasó con bosques enteros. El pueblo entero huía desconcertado y atemorizado. Aquello que nunca habían imaginado, de lo que solo habían escuchado hablar en leyendas, sucedía ahora, el cielo se les venía sobre la cabeza. Así que hicieron lo único que se les ocurrió, llamaron a los héroes, los alados, los bendecidos, los poderosos. Y los héroes se lanzaron feroces sobre el gigante, quien reculó por un momento, pero se recompuso con facilidad y siguió sembrando el caos, mientras trozos de héroes llovieron sobre lo que quedaba del pueblo. 

Una voz poderosa retumbó en el cielo en un idioma desconocido y el gigante al fin se detuvo, y salió corriendo donde su mamá porque ya era hora de almorzar.