sábado, 25 de diciembre de 2021

NIDO

 


NIDO

Haz un nido. Enfócate en hacer tu nido. No pienses en los ruidos que se acercan. No pienses en los desaparecidos de los últimos días, en tu pareja que no llega, en los llantos que oyes en los hogares cercanos. Enfócate en hacer tu nido. Vuela cerca, trae otra rama, un retazo de ropa, quizás esa botella abandonada que brilla. Teje la arquitectura necesaria que te mantenga a salvo para cuando sea tiempo de reproducirte.

     Así, dobla así las ramas; ayúdate con ese alambre; trenza con ese pedazo de cable; sujeta bien los extremos; esconde las puntas que podrían ser demasiado afiladas. Tiene que ser confortable. Recuérdalo bien, tiene que ser confortable.

     No hagas caso de los pasos que se acercan; no hagas caso del silencio tenso que se está extendiendo debajo de ti. Sólo concéntrate en tu nido. Tiene que ser el mejor nido del mundo. Keyza te protegerá. No, mejor no pienses en Keyza. Quita ese alambre que puede herir si te descuidas, si lo olvidas. Acalla tus lagrimas; acalla tus sollozos. Tal vez si te concentras lo suficiente puedas pasar por una de sus amadas aves y pasen de largo, se olviden de ti.   

     No te des vuelta. Concéntrate en ese pequeño cristal donde se refleja el mundo, el universo entero, ese cristal que de repente se oscurece; donde adivinas el arma que se amartilla detrás de tu cabeza. Es un cristal bonito, ya lo creo que sí; que ese cristal sea lo último que veas antes de despertar del sueño de Eyanael…

 

                                      Andor Graut

domingo, 19 de diciembre de 2021

LLEGÓ A CASA...

 

                Llegó a casa, abrió un libro, bebió un chocolate, mordió un juguete y se durmió. Era feliz. Lo curioso es que al principio del cuento pensé en una niña, luego en un perro. No importó el sujeto, los hechos siguieron siendo los mismos.


sábado, 18 de diciembre de 2021

LA ÚLTIMA IX

 


LA ÚLTIMA

IX

 

     Así que lo que empezó en Kalí vio su fin en Madein. El sueño de Atón se cumplió a través de los brazos de Narya. Los primeros enfrentamientos entre gifty y cazadores dieron luz a violentas batallas que desintegraron un país que se reveló como inútil. Así aparecieron, de nuevo, los primeros feudos. Madein fue el territorio de Narya, y luego de Araiom. Fue, también, el primer territorio consagrado de los gifty, amén de su mítica Taz-Nel. Los Hijos del Neón lograron con el tiempo su victoria imposible.

     Narya despertó, por supuesto, y entendió la banalidad de todo, pero al mismo tiempo gustaba de todo ello. Por Atón. Y esta es la historia, o al menos la parte que yo conozco, la que te he contado por agradecimiento por haberme acompañado, por haberme brindado de tu plato, desprovisto de armadura sónica, desprovisto de temor, como si fueses un Hijo del Neón.                                        

domingo, 12 de diciembre de 2021

CUANDO ATRAPARON SU ALMA...

 

               


Cuando atraparon su alma, pensó que iría a parar al cielo o al infierno. Incluso se dio la esperanza de poder permanecer en un limbo en donde solo estuviera el y unos cuántos. Fantaseaba con estar equivocada (sabía que no) y poder explorar alguno de los más allá de los nórdicos o los africanos. No sucedió nada de esto, por supuesto. Su alma fue a descansar en un bosque.

     Se sorprendió, más que todo por la soledad. Cielo, limbo o infierno, esperaba que hubiera más, pero se encontraba completamente sola en un bosque frío, aterrador. Una suerte de luz existía adelante. Caminó hacia ella lo que le parecieron décadas hasta que pudo ver un mundo más allá del bosque, y entonces se vio a sí misma sentada en una sala que reconocía muy bien. Entonces recordó todo. El bastardo de su exesposo había atrapado su alma en uno de los tantos dioramas que le gustaba hacer.

                                      Andor Graut

sábado, 11 de diciembre de 2021

LA ÚLTIMA VIII

 

LA ÚLTIMA

VIII

 

     Así despertó Araiom, o al menos así lo cuenta esta historia. Pero esta no es la historia de Araiom, al menos todavía no, si no la historia de Narya, la última de Los Hijos del Neón, la amante de Atón, la madre de su único hijo, y la Peregrina de Kalí, Señora vitalicia de Madein.

     Araiom creció bajo la vigilancia de los gifty, con quienes hablaba en ese idioma extraño. Sin embargo, lo que vino a entender mucho tiempo después, es que permanecieron por años en ese bosque para que ella se recuperara. Araiom no necesitaba cuidados o enseñanza, pues él comprendía el funcionamiento de los universos y era consciente del movimiento de los mundos. Sin embargo, Narya seguía siendo parte del sueño de Eyanael, y eso implicaba que el tiempo y las penurias obraban sobre ella. Así, cuando el tiempo fue el suficiente, ella continuó su camino hacia Madein de la mano de su hijo y cuidada por una pequeña guardia de giftys.

     De esta manera llegó Narya a Madein y lo primero que hubo fue una batalla, por supuesto, porque su llegada tenía que ser anunciada con sangre, pues venía acompañada de giftys y Madein siempre ha tenido una reputación de ser un fortín de cazadores. Hubiese sido fácil que Araiom se hubiese impuesto, pero aquello no hubiera facilitado el despertar de Narya.

     La lucha fue cruel y encarnizada. Al menos una decena de cazadores se enfrentó a seis giftys, quienes al final se impusieron y cantaron su victoria hacia la brillante Keyza. Lo hubieras visto muchacho. Encaramados en los hilos de energía, los gifty alzaban sus cabezas al cielo dedicándole a Keyza el triunfo en su batalla.

domingo, 5 de diciembre de 2021

LA MANO QUE SALIÓ DEL ESPEJO...



La mano que salió del espejo arrancó sus ojos, se comió su cara y se bebió su alma.  

Por mil años estuvo en la oscuridad vagando perdido sin saber su lugar. Mil años en los que todo fue pesar y angustia; mil años en los que solo hubo dolor. Luego hubo un ramalazo de luz que lo envolvió todo y castigó al culpable y buscó enmendarlo todo. Sintió que una mano salía del espejo, escupía sus ojos, vomitaba su cara y devolvía su alma. Pero nada le quitó los recuerdos.

Ahí, frente al espejo, como si no hubiese pasado nada, estaba de vuelta echándole pasta de dientes a su cepillo, de vuelta a su vida. Comenzó a temblar, a llorar de forma tan violenta que se tuvo que hacer un ovillo en el piso hasta que llegó su esposa y llegaron sus hijos y llegaron los enfermeros y los doctores y lo devolvieron a la oscuridad, donde ahora yace por siempre y para siempre sin poder escapar.

LA ÚLTIMA VII

 



LA ÚLTIMA

VII

 

 

     Luego ingresó a tierras de nadie. Tierras donde ni dios ni ley intentaban meterse hacía más de tres décadas por lo que decían las historias. Narya ingreso así en los bosques y montañas que separan Kalí de Madein y Taz- Nel. Sitios donde solo habitaban unos cuantos santos o desesperados. Marginados que se habían olvidado incluso de sí mismos. Ahí, fue donde tuvo lugar el encuentro.

     Se ha dicho siempre que en los Bosques del Sur cualquier cosa puede suceder. Lo que nunca se había dicho es que los gifty lo habitaran. En apariencia los gifty, dado su tamaño y constitución han preferido siempre las ciudades abandonadas y las montañas a las zonas boscosas. Una mañana cualquiera, mientras Narya y su hijo buscaban algo de fruta y de caza menor, sintieron primero que lago los observaba y, luego, que algo les seguía, al menos hasta llegar a un claro. De repente se vieron rodeados por al menos tres gifty, aunque el mito mencione una bandada. No eran gifty cualquiera, en todo caso, tenían una especie de cuello de plumón blanco que les daba un aire aristocrático extraño. Pronto les rodearon, pero Narya no percibió amenaza de ellos, sino fascinación. Los gifty tenían los ojos clavados en su hijo. No perdían movimiento de él, atisbaban el mínimo temblor de sus párpados. Pronto estuvieron inclinados ante él, y de sus gargantas salió una suerte de canto. Narya solo recuerda algo como Nac tere mene araiom mene cat. Seguramente los sonidos fueron otros, pero creyó entender lo básico de esas palabras cuando ante una de ellas su hijo se irguió y les miró una a una, y fue entonces cuando cualquier actitud de niño salvaje que había tenido hasta entonces le abandonó y miró con fijeza a los gifty y les dijo Araiom mene na, Araiom Eyanael gadme, lo que tradujo para su madre como Gracias por el despertar, Araiom viene a hacer frente a Eyanael.