sábado, 24 de agosto de 2019

Mundo

Desnudó el ojo de su mente sin que sus superiores se lo ordenaran. Desnudó el ojo de su mente en el instante justo en que terminaba el Jardín. Ya había creado el caballo y el diplodocus y el mamut lanudo y el tigre dientes de sable y el armadillo. Sólo le faltaba el culmen de su creación, pero justo entonces desnudó el ojo de su mente, el que le permitía atravesar el límite de los tiempos, el que le permitía leer el pasado y el futuro, y lo que vio no le gustó. Sintió que algo le atravesaba en lo profundo y dejó las cosas así, incompletas, lejos del Plan que sus superiores tenían para aquel mundo. Entonces descansó y vio lo que había hecho (y lo que había dejado de hacer) y le pareció bien. 

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