sábado, 17 de abril de 2021

SABLE VII

 


-SABLE VII-

Interludio

La mejor descripción de un Despertar lo hizo el filósofo Platón, aunque la mitología oriental ya hacía referencias a ello mucho tiempo atrás. Se trata de un momento en el que el durmiente ve a tras de los cuerpos que producen las sombras y se aviene a buscar la luz detrás de ese objeto. A ese encuentro de la verdad, al descubrir que la visión que se tiene del mundo es la de un simulacro se le denomina despertar. Sin embargo, a Platón y a los orientales se les olvidó decir que al momento en que intentas despertarte y ver que hay más allá, se despierta también otra fuerza que intenta detenerte.

El chico cruzaba la calle mirando las cosas una a la vez. He aquí un árbol, he aquí un pájaro, esto que siento es la luz del sol sobre mi brazo a las nueve de la mañana, a mi espalda un maletín lleno de libros, eso que se escucha es un auto a toda velocidad que se dirige hacia mí. De repente el tiempo se ralentiza, los ojos del chico se abren con desmesura, entonces lo ve. No ya todo f.r.a.g.m.e.n.t.a.d.o. sino el conjunto a la vez. No ya verlo todo, sino saberlo, sentirlo todo de manera simultánea. En lugar de correr despavorido huyendo de la amenaza, el chico da un sencillo paso hacia atrás, regula los latidos de su corazón, siente el aire entrando y saliendo por su nariz, el sabor del miedo que intenta aflorar en su boca. Todo se llena de calma. Es entonces cuando aparece Eyanael.

0 comentarios: