lunes, 2 de junio de 2008

PARENTESIS

“Debe estarse quemando en el Infierno”, esa fue una de las declaraciones del ministro de defensa, y utilizado como titular por un periódico del Sagrado Corazón de Jesús, cuando comunicó la muerte del llamado “Guerrillero más viejo del mundo” hace ya una semana.
La frase es triste porque de alguna manera refleja todo el deseo retaliativo que hay detrás de la llamada seguridad democrática. Y antes que, como a cualquiera que emita una opinión desfavorable de los entes gubernamentales, se quiera ver aquí alguna nota a favor de la guerrilla debo aclarar que como cualquier persona entrada en razón estoy en contra de cualquier manifestación de violencia.
La frase también es triste porque refleja en afán oportunista de un ministro que saltándose todas las formalidades buscó anotarse un gol que le correspondía. Es triste además como se busca con desesperación el cuerpo de Marulanda para determinar si su muerte fue de manera natural o fruto del “exitoso” plan de seguridad democrática que ya lleva más de un centenar de delaciones y una mano cortada en el proceso. Si esto no se parece a una vendetta entre mafiosos no sabría muy bien con que compararlo.
Pero lo triste del caso es saber que la persona que murió (si, persona aunque sus acciones le hayan brindado la connotación de monstruo) es fruto de una guerra fratricida que es anterior a la pugna capitalismo comunismo y que en el caso del país del Sagrado Corazón proviene de las disputas por el poder entre el liberalismo y el conservatismo.
“Debes estarse quemando en el infierno” es un momento triste para cualquier país que ven como sus dirigentes están enfrentados en un ataque personal, como si matar personas fuera la mejor opción; como si tomar el mismo camino que hemos denunciado como condenable fuera consecuente con nosotros mismos.
Hoy desde Ucrania y con un asco del que aún no me sobrepongo escribo esta nota, sobre todo al enfrentarme al hecho de que en Kalí las pandillas de las Zonas de Violencia Controlada están siendo reclutadas para ubicarlas como carne de cañón frente a la guerra abierta contra “Los Hijos del Neón”.
P.D. Muy triste también el hecho de que un medio de comunicación nacional supuestamente serio utilice una frase tan amarillista para vender

1 comentarios:

Marta Rengifo dijo...

Pertinente el paréntesis. Pero "Fuera lamedor opción" me da puntillazos en el corazón.