sábado, 20 de febrero de 2021

NÉMESIS VII

 

-NÉMESIS VII-

      Escapó a duras penas, sin terminar de entender lo que había sucedido. La montaña se devoraba a sí misma a medida que él iba descendiendo. Asumió que la cantidad de galerías que la horadaban debía haber sido igual a las de un hormiguero. El polvo que quedaría en el aire podría quedar suspendido por meses.

     Las personas del pueblo lo estaban esperando. ¿Qué sucedió?, preguntaron. Sus miradas eran vacías, al principio, luego cada vez más desesperadas a medida que él no daba respuesta alguna. De un momento a otro alguien sacó una horca, alguien encendió una hoguera, Andros desenvainó su sable y obtuvo un “Oooooh” como respuesta. Alguien intentó acuchillarlo y Andros le cortó la mano de forma instintiva. Los ojos de la multitud eran de adoración.

     “Se lo hicieron ellos mismos”, recordó que había dicho la sombra que llamaban Némesis. Los miró con infinito asco.

     Nada había traído consigo, excepto su sable. Volvió a envainar, le dio la espalda al pueblo y comenzó a caminar.

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