jueves, 31 de enero de 2008

Sin Título...

Se me perdonará, si estoy inconexo, si estoy bestial y algo lacónico. Se me perdonará si estoy fumando a millón como un alma en pena, como una criatura sin nombre.
Hoy me he levantado algo torpe, algo animal, algo insaciable. Hoy hay en el aire un aroma que no alcanzó a identificar, a presa abierta en canal por unas garras que no son las mías. La mañana me ha dejado una ofrenda de sexo presto a mi sed y a mi lujuria, pero no es bastante. No para mí.
Esta mañana (ya tarde) tengo ráfagas de historias acuchillándome los ojos. Sin embargo no las puedo asir, parecen estar a mi alcance pero algo está fallando. La bestia se libera, no pide perdón exige…
El narrador omnisciente no quiere saber nada sin embargo. Esta historia requiere de una segunda persona, de un testigo que se inmiscuye a medias, que no se compromete.
En fin, no más lata, al fin y al cabo es la historia de un ciego muerto, de un faro inútil elevado en medio de Kalí… de esta tierra sin sombras en donde los muertos deambulan sin ton ni son…

0 comentarios: