lunes, 5 de enero de 2009

Enero

Es dificil escribir en navidad y en año nuevo. Es dificil por la exigencias sociales que muy a menudo nos gustaría olvidar. Sin embargo es imposible, más cuando hay un niño en casa. Así que adios blog (por un instante, creo que casi dos semanas) y adios novela (esa sí por raticos). No se ha dejado el oficio sin embargo y no se ha dejado de leer.
Lista de libros recomendados para todos ustedes:

"Érase una vez una tribu urbana..." de Allan Armgstrong. Un libro que me hubiera gustado escribir. Un soprendente ymuy completo análisis de "Los Hijos del Neón", Kalí, Madein, los Gifty y el Tarmadón. Obra compleja y exigente pero con un muy buen estilo, una prosa insuperable que nos hace seguir un análisis sociológico, psicológico y antropológico casi como sis e tratara de una novela.
"Tu rostro mañana" de Javier Marías. Excelente trilogía. Muy latinoaméricana en su froma ya que no en su tema. Salvo esta perla sobre los cuentos de miedo, la censura y los niños: "“No sé yo ahora, hay esa tendencia a encerrar a los niños en una burbuja de felicidad entontencedora y sosiego falso, a no ponerlos en contacto ni siquiera con lo inquietante, y a evitar que conozcan el miedo y hasta que sepan de su existencia creo que circulan por ahí, que hay quienes les dan a leer versiones censuradas, amañadas o edulcoradas de los cuentos clásicos de Grimm y de Perrault y Andersen, desprovistas de lo tenebroso y cruel, de lo amenazador y siniestro , a lo mejor hasta de los disgustos y de los engaños. Una estupidez descomunal desde mi punto de vista. Padres ñoños. Educadores irresponsables. Yo eso lo consideraría un delito, por desamparo y por omisión de ayuda. Porque a los niños los protege mucho percibir el miedo ajeno, y así concebirlo con serenidad, desde su seguridad de fondo; experimentarlo vicariamente, a través de otros, sobre todo por personajes de ficción interpuestos, como un contagio de corta duración. Y además sólo de prestado, y no tanto como fingido. Imaginarse algo es empezar a resistirlo y eso es también aplicable a lo ya sucedido: uno resiste mejor las desgracias si después logra imaginarlas, después de haberlas sufrido. Y claro, el recurso más común de la gente es relatarlas.”
"Los Cantos de Maldoror" de Isidore Ducasse. Simple y llanamente aterradoramente precioso.

Afortunadamente la literatura no nos deja, nunca nos deja, sino escribimos al menos si leemos.

1 comentarios:

Marta Rengifo dijo...

Me los tienes que prestar. Me encantaría comprarte el primero ;)