sábado, 11 de abril de 2020

SÁBADO SANTO



EL momento es simbólico, por supuesto, pero existe. Conmemora un acontecimiento que para los creyentes es real. Un momento temible, de absoluta soledad.  Durante una jornada entera dios abandona la tierra. El hijo muere y abandona la tierra, y como el padre y el hijo son solo uno, la tierra queda sola. Escucha por un momento el silencio allá en el Gólgota, allá donde el dios se hizo humano y falleció. Hay dolor, enorme dolor, pero sobre todo abandono y temor. El hombre quedó solo. Para el creyente es un dolor profundo, se recoge en sí mismo, se aísla. Es un apocalipsis en toda regla, el abandono de su creador. Al día siguiente cristo resucitará, pero en este momento, por una jornada entera, ningún dios vela por este planeta azul y es el tiempo del hombre, solo del hombre, sin ángeles que vigilen si cumplen o no con las prohibiciones o los mandatos; el mundo celestial está atento a la jornada del dios que muere y renace. En ese momento, solo en ese momento, es el tiempo completo, absoluto del hombre. ¿Qué harás tu?   

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