sábado, 13 de noviembre de 2021

FIN

 



FIN

Existe el deseo recurrente de morir haciendo lo que amas. Se dice que es un final poético, que es un final hermoso. En contra de la opinión popular, no lo creo. Sin embargo, él, Samuel, lo creía.

Samuel amaba escribir como otras personas aman el queso o a Dios. Constantemente sus ideas se traducían en palabras y estas en novelas que se convertían inmediatamente en éxitos superventas. Incluso se decía que no tenía una vida, sino que la había narrado; que se había creado para sí los personajes de una esposa encantadora y de dos hijos adorables. Los demás no sabían el infierno que era vivir con él.

Durante el último año, Samuel entró en un frenesí desconocido incluso para él. Comenzó a escribir una saga de siete volúmenes donde sucedía absolutamente de todo. Sin embargo, cosa a todas luces ajena a él, el final mismo le era elusivo a pesar de que día y noche solo estaba pensando en él. Así sucedió que la vieja Huesos le encontró una mañana y se le llevó con él mientras trabajaba en las últimas páginas de su novela. Jamás a la vieja Huesos le había pasado algo similar. Samuel se resistió. De nada valió la conversación. De nada valieron las amenazas. En un punto de giro impensable, la vieja Huesos se cansó y dejó ahí a Samuel, quien aún sigue rondando las ruinas de su propia casa, su enmohecida maquina de escribir, buscando a través de los siglos el final perfecto para su saga de novelas.

Dicen que el número de sus lectores aumenta mientras espera con él.

                           

0 comentarios: