Despertó
con los ojos hinchados de tanto llorar. Entonces lo recordó todo. Cuando entró
al bar, cuando la vio en la barra, y justo entonces cuando el hombre entró, se
le acercó y la besó en los labios. Justo como lo había hecho con él por vez
primera esa misma tarde. Se había ido del bar directamente a casa, se había
encerrado en su cuarto sin importar las preguntas de sus padres, y había
llorado hasta que se había quedado dormido. No fue al colegio, por supuesto. No
sabía siquiera cómo mirarla a los ojos. Sentía que su vida había acabado.
Le entró un
mensaje de ella, preguntándole cómo estaba. La dejo en visto. Se sintió entonces
invencible. Una hora después ella insistió preguntándole lo mismo. La dejó en
visto una vez más, mientras por dentro pensaba en todo lo que quería decirle al
tiempo que miraba su Instagram. Entonces, justo cuando su mente se había puesto
muy creativa y particularmente malévola con los insultos, encontró unas imágenes
extrañas. Ella al atardecer con un grupo de amigos, donde todos proyectaban una
larga sombra, excepto ella. Más abajo, encontró una de ella, muy niña, donde
parecía buscar algo en sus talones, algo que no estaba. Recordó entonces cosas
extrañas, conversaciones en el colegio donde sentía que algo le espiaba, o al
entrar al baño que una sombra le seguía. Una sombra. Le recorrió un escalofrío cuando
entró un nuevo mensaje de ella. Una
línea breve línea: ven rápido, ella va por ti.
La
investigación no llegó a nada concluyente. La policía no pudo levantar cargos
sobre ella. Los padres de él aún esperan sur egreso.
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