domingo, 6 de marzo de 2022

AXZNEL IX

 

 

AXZNEL IX

     Axznel no llegó directamente a mí. Alguien vino en su nombre. Llegó con un pedido, una citación, una muestra de respeto. Por supuesto, se me pedía salir del área urbana, ir solo. No se dijo nada de armas.

     Confieso que me pudo la curiosidad. Salí en mitad de la noche sin que nadie supiera dónde. A mi esposa le dije que salía a algo con los muchachos, a los hermanos, que haría algo con mi esposa. Era una noche fría, de esas que invitan a los lobos a los pueblos. Me arrebujé lo mejor que pude en mi abrigo y llegué al bosque, justo al árbol viejo que no volverá a florecer jamás.

     Entonces esperé. No supe cuanto tiempo lo hice, aunque el frío parecía buscar abrigo en mí. Entonces surgió, una sombra que había estado ahí todo el tiempo. Una sombra que de pronto creció más allá de mi cabeza. Solo pude pensar que el hijueputa era gigántesco. No suelo usar malas palabras, pero fue lo que se me vino a la mente. Habíamos oído hablar de él, nos habían dicho que era negro y grande, pero no cuanto lo era. Y en ese momento, ni siquiera tenía las alas desplegadas.

     Al principio creí haber escuchado un gorjeo y un graznido, que luego se transformaron en una voz grave, profunda, que parecía venir de todas partes y de ninguna. Pensé que buscaba impresionarme, aunque no tenía mucho sentido, simplemente era impresionante. Luego, el sentido de la maravilla se pasmó. Recordé nuestras conversaciones en la orden, el sentido que para nosotros tendría su muerte.

-   Tienes algo que me interesa-, dijo el Hijo de Nut.

Saqué mi cuchillo, entonces, yo sabía a que había venido.

                             Andor Graut

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