miércoles, 24 de septiembre de 2008

CAMINO

Te enseñan que el camino es uno, que no hay porque dar vueltas y revueltas, que madurar es centrase y asentarse, la mujer, los niños. Es cierto, quizas sea lo que hay que hacer, he sido infinitamente feliz en algunos momentos y de mi vida no tengo mucho de que arrepentirme. Un par de corazones rotos, un par de juguetes tirados, las cupas cotidianas, esas que nos son comunes a todos.
Pero qué hombre si se le diese el don de ver lo que le espera no se opondría precisamente con todas sus fuerzas a cumplir su destino, quien sería tan majadero de conocer su hado y salir después a cumplirlo a pie juntillas. eso sería un desperdicio de tiempo, si ya conoces un sendero para qué volverlo a tomar si hay doscientascincuenta posibilidades de vida, de decisiones, de mundos.
He tomado las decisiones que he tomado y me las merezco porque lo he hecho a ciegas, esa es nuestra fortuna.
Y sin embargo, a veces... a pesar de todo me dan unas ganas inmensas de irme a navegar como Stevenson o cruzar el desierto como Rimbaud o como un león sin sitio fijo, sin familia, sin oriente ni norte ni sur.
Es sólo a veces, pero que fuerte es en esos momentos, que ganas de incendiarlo todo e incluso de dejar una estela de cadaveres a mi paso (acabo de cometer un erro en los grandes nveles de paranoia norteamericanos ya soy un caso a rastrear, pero diré, tranquilos hermanos norteamericanos, no es su sistema el que me ha engendrado sino otro muy distinto). Lo de los cadaveres es sólo cuando la ira ante tanta miseria me aborda, por lo regular es tan sólo el deseo de abrir la puerta y vivir la aventura como la canción del Hobbit de Tolkien.
Que hambre d emundo tengo, que hambre de camino, de plazas, de montañas, de otros cielos más límpidos, de esperanzas inscritas en los muros de las bodeguitas y de los almacenes; que hambre de letras siento, de ternura, de amor y también, por qué no, de rabia y sufrimiento. En resumen, que hambre de pasión, que sed de sangre o de asfixia tengo hoy.

Los caminos s extienden a lo lejos y sólo lamento tener que elegir...

1 comentarios:

Marta Rengifo dijo...

Interesantes estos dos últimos artículos. Espero no equivocarme y que sean el preambulo a algo verdaderamente nuevo. ¿qué dices?
¿Estoy entendiendo o estás escribiendo mejor?