sábado, 24 de julio de 2021

EL DESPERTAR VIII

 


-EL DESPERTAR VIII-

     A Martínez le habría gustado conocer a Carla. Pensaba a menudo que ella le habría cambiado la vida, que le habría inyectado algo de sustancia.

     Martínez no se reconocía como un mal tipo, porque no tenía tiempo para ello. Toda la vida se le iba en el mierdero que era el trabajo, y poco a poco el tiempo se le estaba escapando entre los dedos. Desde su época escolar no había vuelto a construir ningún lazo. Desde Andrea Gómez no se había vuelto a enamorar de nadie.

     El problema, reconocía Martínez, era que se había secado. Nunca había sido especialmente imaginativo, así que no tenía mucho que compartir con nadie. No tenía tiempo para seguir series, y se demoraba un montón para terminar los libros que emprendía. Por eso prefería los de cuentos. Al menos iba desgranando finales de manera más rápida. Por eso le gustaba Carla, por eso quería hacerle justicia.

     Carla tuvo la vida a la que él jamás pudo aspirar. Una vida con amigos, estudios, baile. ¿Hacía cuánto no bailaba Martínez? Le vino a la mente un video en el que Carla llevaba un vestido rojo cereza y estaba, por alguna razón que él no recordaba, bailando bajo la potente luz de un reflector. Parecía que la luz y ella fuera una sola cosa, y que se acompañaban en el baile. Recordaba el baile de Carla porque le parecía la cosa más bella que había visto en su vida. Nunca se lo había contado a nadie (¿cómo metería esa idea en una conversación?), pero no había descansado hasta conseguir el mismo modelo de vestido con el que había bailado Carla. Lo tenía guardado en el armario y a veces, solo a veces, le gustaba sentir la tela bajo sus dedos.

     A veces, en la madrugada, cuando le llamaban a hacer el seguimiento de algún caso, solía distraerse de la sangre, el cigarrillo y las vísceras, recordando el baile de Carla; la forma en que entrecerraba os ojos; la suave firmeza de sus pantorrillas; la sincronía entre el movimiento de su cabello, corto, con el vestido, largo; la manera en que la luz le iluminaba…

     Carla, estaba seguro, habría iluminado su vida.

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